La actividad lúdica desempeña un importante papel en la infancia. Vehículo para central para el desarrollo y el aprendizaje, cumple también una función terapéutica en tanto permite elaborar situaciones conflictivas expresando sentimientos y emociones a menudo difíciles de verbalizar.
Como el bebé muy pequeño aun no tiene capacidad de manipulación, tratando de percibir su entorno básicamente a través de l avista, el sonido y el tacto. El bebé preferirá objetos de colores brillantes, que hagan ruido y se muevan.
El movimiento de las distintas piezas, sobre todo si son intercambiables y de colores brillantes, atre la atención del bebé.
Los diversos juguetes de goma modelada son fáciles de sostener y aptos para colocar el la boca.
De confecciones sencillas y variadas texturas, son atractivos para la exploración táctil.
Resultan muy atractivos y despiertan la curiosidad del bebé.
Sonajeros, campanas, bocinas y otros juegos que hagan ruido, ayudan a construir la noción de causalidad en el bebé y por ello resultan particularmente atractivos.
A esta edad, el bebé puede recordar conceptos simples. Se reconoce a sí mismo, a las partes de su cuerpo y a otras personas que le son familiares.
Ideales para se ubicados en la mesa en donde come o cerca de su asiento.
Ya sea de cartón duro, goma, tela o plastico, los libros para bebés con figuras simples y colores atractivos son ideales cuando ya está desarrollada una capacidad mínima de manipulación.
De todos los tamaños, tanto duras como blandas, resultan adecuada para la edad.
Vehiculos de todo tipo con ruedas grandes de goma o de plástico y también animales rodados son muy atractivos en este momento del desarrollo.
Grandes y blandos le proporcionan al bebé la posibilidad de realizar sus primera construcciones, pero resultan inofesivos también para apretarlos y arrojarlos.
Es importante que los muñecos de peluche estén adecuadamente confeccionados sin partes que puedan ser removidas y potencialmente dañar al bebé.
Jarros, baldes, tazas y juguetes para el agua son especialmente interesantes para jugar a la hora del baño.
Entre el año y el año y medio, un niño ya ha aprendido a caminar y adquirió cierta habilidad manual. Le gusta experimentar con objetos que desafían su capacidad de manipulación. También disfrutará de escuhar cuentos apropiados para su edad.
Son ideales los que permiten explorar texturas diferenciadas con colores brillantes.
Resultan atractivos por la posibilidad de ejecutar el sonido a voluntad.
De encastre, figuras simples y pocas piezas.
La motriciad fina ya ha evolucionado lo suficiente como para que el bebé se interese por las actividades grafoplásticas.
Los juguetes para encajar, armar y apilar, despiertan el interés por las seriaciones y la visualización espacial. En este estilo encontramos anillos, cubos,etc.
Con cuerdas para tirar o manijas rígidas para empujar resultan motivadores para un niño que aprende a caminar. Los carritos para cargar y descargar también resultan atractivos.
Hasta aproximadamente los dos años, al niño no le gusta compartir sus juguetes. Es un período de juego en paralelo en el cual el niño juega en compañía de otro, pero atendiendo su propio universo lúdico. Un niño de esta edad, generalmente, pasará mucho tiempo jugando solo con juguetes que pueda manipular por sí mismo y tendrán particular interés por los juegos que le permitan imitar a los adultos.
Sobre todo aquellos a los que se les pueda cambiar la ropa, resultan muy atractivos.
Estimular la coordinación y además permiten descargar energías.
Estimulan el desarrollo de la motricida fina y ejercitan el desarrollo intelectual.
Las canciones infantiles despiertan un interés diferente a esta edad. Los instrumentos musicales de percusión, como panderetas y xilofones son una interesante propuesta.
Los materiales maleables como la masa, abren muchas posibilidades para la expresión creativa.
Para ser trasladados en distintos terrenos, dentro y fuera de la casa, estimularan al niño a expandir la exploración del entorno.
Habilitan la ejercitación del lenguaje y la conversación.
A medida que aumenta la independencia del niño y el control del lenguaje, comienza a dominar nuevas destrezas. Aun demanda mucha supervisión ya que carece de sentido del peligro. Armar, desarmar y construir como todo lo que ponga a prueba su habilidad, será muy estimulante en esta etapa.
Tempera, acuarelas y tijeras para niños. La motricidad fina ya se ha desarrollado como para utilizar materiales más variados y complejos de manipular.
Estos estimularán la inteligencia espacial del niño y lo mantendrán entretenido durante horas.
Los disfraces estimulan la imaginación y los juegos de roles, tan importantes para la maduración social. Entran en esta categoría los juguetes imitación de herramientas y electrodomésticos, que permiten imitar la actividad de los adultos.
Los juegos que ponen a prueba el ingenio, cuando son adecuados al nivel del desarrollo, resultan muy atractivos.
En esta etapa se inicia el juego en compañía de otros niños. La curiosidad aumenta, lo que lo lleva a hacer constantes preguntas. También estará intersado en probar sus habilidades físicas. Tambipen podrá ocuparse solo en alguna actividad por un tiempo bastante prolongado.
En plena etapa de juegos de roles y dramatización, los niños apreciarán diferentes tipos de disfraces y especialmente las niñas, los de hadas y princesas.
Autos, aviones, o otros vehículos para construir o para jugar, ya pueden tener piezas más pequeñas sin riesgos para el niño.
Ideales para estimular la lectoescritura cuando tiene letras y números.
El niño comienza a interesarse en el juego competitivo, a la vez que se estimulará la coordinación y la motricidad.
Historias más complejas, troquelados, para completar, que respondan a las preguntas que empiezan a formular, relacionados con la aritmética, resultan atractivos y estimulantes.
Aydan a explorar el entorno y a satisfacer la enorme curiosidad de la etapa.
Al iniciarse la escolarización, el interés del niño comienza a volcarse generalmente hacia actividades intelectuales como la lectura, la escritura y las sumas aritméticas. El entorno y la sociedad, despiertan mucha curiosidad y los juegos de roles en los que se explora el comportamiento adulto aun tienen mucha importancia. Pero también se inicia el interés por los juegos reglados y la competencia.
Sobre todo para las niñas, resultan atractivas y sumamente entretenidas.
Registradoras, electrodomésticos, cámaras fotográficas y otros objetos que reproducen las actividades de los adultos.
Tejer, hilar, estampar, son actividades que resultan interesantes y estimulan la creatividad.
Electricos o a cuerda, siempre despiertan fascinación en los niños de esta edad.
Para estimular la lectura, es importante que el libro sea adecuado al nivel de maduración del pequeño. Un libro demasiado simple lo aburrirá y uno demasiado complejo lo hará pensar que la lectura es algo muy dificil para él y se alejará de ella.
La inteligencia musical, puede estimularse aprovechando el interés de esta etapa por la ejecución musical.
Muchos de estos juegos ayudan a desarrollar habilidad para la lógica y las matemáticas sobre todo para elaborar el complejo concepto de número. Pero también, colaboran en el aprendizaje de la aceptación reglas, la paciencia para respetar el turno y la competencia dentro de un marco previamente acordado.
A medida que se desarrollan las destrezas y habiliadades, los niños podran disfrutar cada vez de juegos y juguetes más complejos. Naipes, juegos de mesa complejos como el ajedrez, video juegos, modelismo, son juguetes que incluso podrá seguir disfrutando como adulto.